The Doors: Come on Buick, light my fire

Cuando la publicidad se apuntó a los sonidos dionisíacos 
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

Lo que actualmente es práctica común en la publicidad, para 1968 era terra ignota: El rock & roll como vehículo para una campaña publicitaria. Hoy podemos ver como Whole Lotta Love de Led Zeppelin o la versión de los Rolling Stones de She Said Yeah nos venden perfumes, pero en el caso de Light My Fire de The Doors ni fue tan normal ni trajo los mejores resultados a la larga. 


En 1967 la banda de Jim Morrison reventaba las listas con el single extraído de su elepé debut. Curiosamente, esos versos sobre el fuego, colocarse, la noche y piras funerarias no eran de Mr. Mojo Rising, sino del guitarrista Robby Krieger, aunque la canción aparecería acreditada al cuarteto. Visto el éxito y el gancho, a la gente del departamento comercial de Buick le crecieron los colmillos y se plantearon pagar por el uso del tema para promocionar su modelo Opel. Con Jim en Londres, quedándose con su amigo el poeta Michael McClure después del tour europeo de la banda, el ofrecimiento llegó, en octubre de 1968, a manos de Ray Manzarek, John Densmore y Robby Krieger, quienes contraviniendo la política de unanimidad del grupo, deciden aceptar la oferta de 75 mil dólares por la licencia de uso y adaptación de la letra para fines publicitarios. 


Cuando Morrison se entera estalla en un ataque de furia, ofendido porque se usaría un tema que consideraba sagrado para vender coches. El cantante telefoneó a los gerentes de Buick para detener la campaña, amenazando con destruir con un mazo un Buick Opel si se ponía al aire el comercial de televisión. Esto no surtió efecto y rápidamente se escucharía en cada hogar norteamericano el jingle Come On Buick, Light My Fire. También se publicarían artes de prensa apoyando el lanzamiento con este concepto, manteniéndolo por varios años.
Este episodio publicitario/musical abriría las puertas a una nueva manera de aprovechar la cultura pop como arma comunicacional, pero lamentablemente sembraría profundamente el germen de la desintegración de The Doors.






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