Sentimiento Muerto | 28 Aniversario ‘El Amor Ya No Existe Hay Que Hacerlo’: Entrevista especial a Pingüino y Wincho

Pingüino: «Nunca se me olvidará la emoción del grupo al escuchar la mezcla de ‘Cabeza’ traída por Fito Páez…»


[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

Llegado en un momento delicado para la escena del rock en Venezuela, El Amor Ya No Existe Hay Que Hacerlo, primer disco de los Sentimiento Muerto, fue visto por muchos en 1987 como la definitiva edificación de un documento sonoro histórico, que empezó en las paredes caraqueñas y en los míticos cassettes piratas. Fue el paso del underground puro y duro a las masas que buscaban señales de vida en las ondas. Esa generación que se arrastraba asqueada ante una serie de artistas que se arropaban bajo el manto del ‘rock-progresivo’ o ‘jazz-rock’, encontraron en el vinilo del ángel una vía de escape y un espejo donde mirarse.

El 7 de diciembre de 1987 se lanzó El Amor Ya No Existe Hay Que Hacerlo con etiqueta Rodven y en solo ocho canciones logró mucho más que en cien suites los paladines de una música anacrónica con la que nadie se identificaba. Sentimiento Muerto dio la patada a la mesa de lo instituido y abrió las puertas -sin buscarlo- a una serie de bandas que secundaron su bitácora.

A modo de conmemoración de su 28 aniversario hemos conversado con José ‘Pingüino’ Echezuría y Wincho Schäfer, guitarrista y bajista de aquella formación que grabó a las órdenes de Fito Páez. Nos han contado todo y de todo con un lujo de detalles que por primera vez ven la luz de una manera tan directa. Esta es la conversación que merecía, desde hace mucho tiempo, el mejor disco de la historia del rock venezolano. 





Ricardo Portmán: Hoy se cumplen 28 años del lanzamiento de “El amor ya no existe hay que hacerlo” ¿Se imaginaron alguna vez que tantos años después se seguiría hablando del disco? 


Pingüino: Sin arrogancia… mi intuición siempre me lo dijo. Siempre tuve claro que Sentimiento Muerto iba a convertirse en una banda de culto mas allá de cualquier moda o espacio en el tiempo.

Wincho: La verdad, nunca pensé en eso. Desde luego, que todos encontramos música o bandas que nos acompañan por la vida. Quizás a todos nos ocurre que conectamos con algún artista o músicos por un momento y luego ya no es así. Creo que muchas personas aprecian esa etapa de SM porque lo ven como algo muy honesto y genuino. Modestia aparte, considero que dimos nuestro mejor esfuerzo en ese momento y quedó bastante bien. 

RP: ¿Lo suelen escuchar hoy en día?

P: A veces, pero curiosamente, lo he escuchado bastante en este 2015.

W: En ocasiones me he encontrado en alguna reunión y alguien pone algún tema del disco. Cosas así.

RP: ¿Qué le diferenciaba del resto de discos que se editaban en la Venezuela de entonces? 

P: Lo que siempre diferenció a Sentimiento Muerto de otras bandas: el buscar un sonido, canciones y actitud con sello a Sentimiento Muerto.

W: Creo que cada banda es única en su sonido y sus integrantes. Ese fue sin querer un disco experimental por decirlo de alguna manera. Trabajamos con Fito, Tweety González y Alejandro. Y se trataba de nuestra primera experiencia en estudio. Todo era nuevo y alucinante para nosotros. 

RP: Podría considerarse que fue una especie de epitafio de aquella era pre-Caracazo (Sin Sombra No Hay Luz no saldría hasta 1989).

P: Si te dijera que si, estaría pecando de arrogante y amarillista. Existen factores más importantes que trajeron como consecuencia el Caracazo…

W: No creo que tenga alguna relación deliberada con el acontecer político reciente. Otras canciones de SM sí mostraban de algún modo el sentir de la banda con respecto a nuestra clase política. En ese sentido, somos aún un país un poco adolescente. Aquí estoy corriendo un riesgo en un terreno que no domino, pero eso es lo que pienso.

RP: El impacto de Sentimiento Muerto creció a la sombra de la mitología de los graffitis en media Caracas y aquello legendarios cassettes (hoy objeto de coleccionistas). ¿Cómo se planteaba en el seno de la banda llevar su sonido salvaje al disco, manteniendo la misma frescura?

P: EAYNE nos llevo al siguiente nivel sonoro y a descubrir más posibilidades como grupo. La esencia como grupo no se vio afectada para nada… A pesar de lo que puedan pensar los criticones de oficio… ¡ja!.

W: No hubo tiempo de plantear nada. Simplemente, nos tocaba grabar y te confieso que ninguno de nosotros estaba preparado para eso. Teníamos todas las inseguridades que un músico muy novato pueda tener. 

RP: Wincho ¿Cómo te planteabas los patrones de bajo? o voy más allá: siendo tan jovencito ¿Era todo espontáneo, sin premeditación, en tu interpretación? ¿Cuál bajista te inspiraba en aquel momento?

W: Al principio, como ocurre con todos, uno desea llenar mucho espacio en la música. Y es mejor siempre estar al servicio de la música. Es mejor ocupar menos espacio con el instrumento y sólo dar lo que la música pide. En ese entonces y también ahora soy un bajista con muchas limitaciones. En un recital escuché una vez a un buen guitarrista decir que las limitaciones están al servicio de uno y es nuestro deber utilizarlas. 

Joe Jackson tenía como bajista a un tipo que sabía ponerle a la música justo lo necesario. Ese bajista se llama Graham Maby y está en el disco “I am the Man” de Joe Jackson. Y vale decir que Joe Jackson es uno de los mejores escritores y menos conocidos que el mundo pop haya visto pasar.



RP: Pingüino, háblanos de tu rol en el Sentimiento Muerto-1987, siendo el último en llegar al grupo para el momento de la grabación. ¿En cuáles guitarristas te fijabas como inspiración en aquel entonces?


P: Fui el último en entrar formalmente al grupo antes de firmar con SonoRodven, pero yo venia trabajando con Sentimiento Muerto desde 1984 como músico invitado, como ingeniero de sonido, como roadie, entre otras cosas. Siempre conectado e involucrado con el grupo. Mi rol dentro del grupo no cambió mucho cuando le dijeron adiós a Edgar Jiménez y me invitaron a formar parte del grupo formalmente. En lo único que cambio mi rol fue en estar 100% involucrado musicalmente con el grupo.

Me fijaba y me fijo en los que componían buenas canciones, aportaban algo innovador a la música o utilizaban su virtuosismo con un propósito claro para llevar la canción hacia algún lado. Por ejemplo: Jimi Hendrix, Ritchie Blackmore, Mick Ronson, Danel Ash, Josh Homme, Rodrigo Yoma, George Harrison, Dean DeLeo, Robert Smith, Robert Fripp, Angus Young, Elliott Smith, Paul Weller, entre otros.

RP: La firma con SonoRodven se dio de la mano de las negociaciones de Helena Ibarra. ¿Cómo recibisteis la noticia de ese contrato discográfico?

P: Para que tengas una mejor referencia, existieron tres disqueras con contratos detrás de nosotros: SonoRodven con la cual finalmente firmamos, Sonográfica y Sony Venezuela. A la final todos por decisión unánime, incluyendo a Helena, decidimos por SonoRodven. Helena siempre fue el puente directo con la disquera.

W: Todos estábamos muy contentos y llenos de expectativas por la firma del contrato con Rodven. Estas cosas a la vez producen cierto recelo. Uno se siente comprometido con algo que aún no conoce.

RP: Según ha contado el Tweety González el estudio elegido para la grabación no tenía el mejor equipo técnico ni el ambiente para hacer rock. ¿Esto es verdad? ¿Fue un handicap el estudio?

P: El estudio contaba con buenos equipos y personal. Lo que trajo Tweety fue otra visión de cómo grabar y Fito Páez por su parte, aportó algo nuevo para nosotros: una persona externa aportando sugerencias para nuestra música como co-productor del álbum junto a Sentimiento Muerto.

W: Ciertamente, para ese entonces no creo que en Caracas hubiese un estudio ideal para grabar rock. Es bueno contar con variedad de amps de guitarra y diferentes sonidos de bajos y baterías. Y no fue así. Por otro lado, debo confesar que nosotros estábamos muy novatos en esa materia. En todo lo que tiene que ver con un sonido bien logrado y que identifique a la banda. Con el tiempo eso fue cambiando.

RP: Calamaro. Tema espinoso. ¿Cómo se llega a contactar con él para que produjera el disco?

P: Esto fue una sugerencia de nuestro A & R en SonoRodven, Carlos Sánchez, el cual mantenía muy buena relación con Fernando Moya (Manager de Calamaro y Fito entre otros en ese entonces). La disquera nos propuso Andrés Calamaro como productor y nos pareció bien, pero como co-productor.

W: Alguien en Rodven o quizás Helena Ibarra consideraron a Calamaro. Para ese momento, al menos por mi lado, sólo conocía las canciones de Charly, Fito y algo de Spinetta. Conocí el rock en español gracias a los argentinos. Pero no conocía el trabajo de Calamaro. 

RP: ¿Era tan problemático como se cuenta? ¿Se llegó a grabar algo bajo sus órdenes?

P: Grabamos una noche con Andrés junto a un ingeniero Argentino llamado Mario Breuer (Un capo que ha aparecido en un montón de álbumes) en el mismo estudio donde grabamos EAYNE. Dos días después de la grabación estaba volando de vuelta a Baires. Y te aclaro, no era problemático como lo cuenta la leyenda trabajar con él, pero hubo mucha manipulación por el lado de Helena Ibarra. Sin más comentarios…

W: Calamaro estaba ya bastante establecido como músico en Argentina. Llegó un poco desenfrenado a Caracas y creo que no se grabó nada con él. Hicimos un par de intentos y él insistía en cambiar radicalmente el sonido de la banda. Quizás hubiese funcionado, pero no estábamos listos para eso. Fue todo un poco forzado con él. 

RP: El comentaba que quería llevar el sonido de Sentimiento Muerto hacia los registros Stonianos… ¿eso habría sido viable?

P: Yo pienso que su comentario era mas bien una metáfora en términos de energía musical. Los Rolling Stones tienen dos guitarreros y Sentimiento Muerto tenia ese formato también…

W: Quizás sí, pero estábamos muy apegados al sonido que la banda había logrado hasta ese momento.

RP: Cayayo comentó en una entrevista ”Si Calamaro nos hubiera producido nuestro primer disco, creo que hubiese quedado mucho mejor que con Fito Páez. Por lo menos habría sido más coherente con el trabajo que veníamos desarrollando”. ¿Estas de acuerdo?

P: Te digo algo, de ambas maneras hubiese quedado bien… Ni mejor ni peor, sólo diferente. Históricamente prevalecerá la versión que existe, la cual sigue alimentando la leyenda de Sentimiento Muerto.

W: La verdad, no estoy de acuerdo. Cuando se va al estudio con un productor, los músicos depositan su confianza en esa persona. Fito y Tweety eran personas más ecuánimes y más accesibles que el loco Calamaro. Fue un placer trabajar luego con Fito, Tweety y Alejandro.

RP: Se va Calamaro, después de su debacle y excesos durante un concierto vuestro en el estudio Mata De Coco. ¿Cómo se contacta con Fito Páez?

P: Fito fue enviado por Fernando Moya para compensar el impasse. Carlos Sánchez nos lo propuso y nosotros aceptamos después de ver el vídeo de la canción Giros en el cuarto de vídeos de la disquera. Nos pareció que podía funcionar. Además en mi caso, yo conseguí a través de la disquera el álbum “Ciudad de Pobres Corazones”, el cual escuchaba todo el día en ese momento. La opción era obvia.

W: Si mal no recuerdo, creo que nuestro amigo Carlos Sánchez dentro de Rodven lo ofreció como una sugerencia. O tal vez, la misma Helena consideró la posibilidad de trabajar con Fito.

RP: ¿Había más afinidad con el rosarino? ¿Cómo fue vuestra relación profesional y personal?

P: La pasamos bárbaro a todo nivel con Fito, Tweety y Alejandro (Manager personal de Fito). Y si, habían muchos puntos de afinidad y apertura… No sólo musicales.

W: Sin duda, el Fito era un tipo súper buena onda. También lo eran Tweety y Alejandro. El trabajo en estudio fluía de maravillas, considerando que nosotros todos tuvimos que hacer muchas tomas de cada canción. Al menos yo, sufría ataques de inseguridad y me costaba un mundo hacer una buena toma de principio a fin. 

RP: ¿Cuando se empezó a grabar el disco?

P: Este álbum fue grabado a finales de Septiembre de 1987, en diez días (110 horas tomó hacerlo) y coincidiendo con mi cumpleaños (Septiembre 22) y el matrimonio entre Pablo Dagnino y Helena Ibarra (Septiembre 26). Nunca se me olvidará la emoción del grupo al escuchar la mezcla de “Cabeza” traída por Fito Páez y compañía al matrimonio de Pablo y Helena… Fue como que la celebración se detuvo por 4 minutos en donde nosotros y los invitados escuchamos atentamente la canción por el equipo de la miniteca, luego un silencio como de 20 segundos hasta que este fue quebrado por un coro de “arrechísimo” y aplausos… la celebración continuó.

W: Honestamente, no recuerdo.

RP: ¿Con cuál canción empezaron a trabajar?

P: La primera canción que grabamos fue “Cabeza”.

W: No sabría. 



RP: Pingüino, las guitarras en todos los temas están muy bien logradas, pero es precisamente en Cabeza donde el nivel es de premio. ¿Cómo enfocaron Cayayo y tú las diversas pistas de guitarra en esta canción? 


P: Una de las cosas que aprendimos durante la grabación de EAYNE, por sugerencia de Fito, fue lo siguiente: si la canción llevaba guitarras limpias y con distorsión, uno se encargaba de tocar las guitarras limpias y el otro las distorsionadas. De esta manera, te evitabas todo el circo de estar pisando pedales todo el tiempo para cambiar de guitarra limpia a distorsionada y viceversa… Simplificar las cosas al ser las canciones tocadas en vivo. Esto se convirtió en una especie de norma entre ambos, pero no la única. Sólo una de tantas. Siempre muy flexible el proceso. Con Cabeza, Cayayo y yo aplicamos esa sugerencia de Fito. Yo me encargué de todas las guitarras con distorsión, una línea de guitarra limpia y el solo de guitarra. Cayayo se encargó de las guitarras limpias y una guitarra acústica.

RP: Wincho, ¿Usaste en la grabación el bajo Fender que era de Cayayo?

W: No recuerdo. Creo que sí. 

RP: ¿Llegaron con todos los temas totalmente listos o tuvieron que componer alguno en el estudio?

P: ¡Campeón! EAYNE no tuvo canciones nuevas… Nuestro primer álbum fue como un grandes éxitos de Sentimiento Muerto con canciones de los dos cassettes independientes. Algo atípico para un primer álbum de un grupo.

W: Afortunadamente, había repertorio como para hacer dos discos. 

RP: ¿Cuál canción os dio más problemas a la hora de grabarlo?

P: La grabación no tuvo problemas. Fue rápida, fluida y competitiva.

W: Todas.

RP: Pingüino, ¿Ya utilizabas aquella Ibanez negra? Un modelo que seguimos viendo durante tu tiempo en La Calle y Pacífica. ¿Que tenía de especial su sonido? ¿Cómo te planteabas la interacción de guitarras con Cayayo? Era muy guitar weaving…


P: Mi Ibanez “Artist” tiene un sonido súper especial. Puedo lograr con ella sonidos sutiles, ambientales o simplemente sonidos que te abofetean la cara. Además, es súper cómoda para tocar. Es prima de las Gibson “Les Paul”.

La interacción de guitarras entre Cayayo y yo dentro y fuera de Sentimiento Muerto siempre fue muy especial… Yo diría que mágica. Casi nunca nos vimos en la necesidad de decirnos: porque no tocas esta parte de esta manera o haces esto de esta forma. Sólo nos mirábamos e interactuábamos. Escuchando el uno al otro.  En nuestra amistad sucedió lo mismo. Mejores amigos, de hecho mi hermano, desde que nos conocimos en 1984. 15 años sin interrupción en este plano. 


RP: Mucho se ha hablado de las baterías en el disco. Se terminó utilizando programaciones y baterías electrónicas. ¿Qué pasó con Alberto Cabello y sus labores con las baquetas?

P: Por la premura de la grabación, no muchas horas para grabar el álbum, probamos grabando con Alberto. La presión reinante fue tan fuerte que a la final decidimos grabar el bombo y la caja utilizando programaciones con batería electrónica, pero con Alberto haciendo el resto de la batería. Una manera práctica para aprovechar las limitadas horas de grabación con las que disponíamos para este álbum.

W: Te confieso que ni Alberto ni ninguno de nosotros estábamos listos para hacer un disco sólido. Siempre será una salida fácil señalar al bajista y al baterista de una banda porque aceleran o reducen el tempo en alguna canción. Y la verdad, es que se trataba de la primera vez de SM en un estudio para hacer un disco. Sería injusto pretender otra cosa. Por otro lado, el uso de baterías electrónicas trajo algo nuevo al sonido de la banda y eso se lo debemos al Fito y al Tweety. 

RP: Fito se trajo al Tweety González para el trabajo técnico. ¿Aportaron los argentinos a nivel de instrumentación? ¿Teclados, coros? 

P: El aporte a nivel de instrumentos fue a través de algunos teclados por Fito.

W: Los argentinos aportaron todo lo que pudieron para hacer ese disco. Ambos curioseaban los bancos de sonidos de los teclados y baterías de ese entonces. No paraban. El Tweety hasta abría la consola para darle mantenimiento y también al grabador. Diría que ellos lo veían como si se tratara de su propia banda. Y eso es lo que hace un buen productor. Se involucra con las canciones sin interferir en las letras. Y cuidan en todo momento el sonido de cada instrumento. 

RP: ¿Quién se sintió más a gusto y a quién le pesó más el proceso de grabación? 

P: A pesar de la presión durante el proceso de grabación, creo que todos, con excepción de Alberto, la pasamos a gusto.

W: Creo que todos disfrutamos mucho de la grabación. Los cantantes siempre sufren algún desgaste a la hora de grabar porque ellos mismos son su instrumento y de alguna manera están emocionalmente muy comprometidos con cada canción. Es un trabajo realmente agotador y Pablo lo sacó adelante. En ese disco y en todos.

RP: ¿A medida que grababan se percataban del cambio en el sonido del grupo, cortesía de la producción de Fito? ¿Lo aprobaban?

P: Todo proceso de co-producción en este álbum fue aprobado por el grupo. Nada fue impuesto o forzado. Nosotros estuvimos muy abiertos a cualquier sugerencia.

W: Como te dije, era un placer trabajar con Fito porque ya en ese momento era un tipo muy arriesgado y a la vez muy seguro de sí mismo. Venían de un festival en Berlín y siempre estuvo rodeado de buenos músicos. Eso le brindaba una perspectiva muy beneficiosa al sonido de nuestras canciones.

RP: ¿Cuál track les dejó más satisfechos y en cuál sintieron que perdió con la grabación?

P: Cada tema tiene su propio encanto. Por mi lado, satisfecho con todos los temas durante y después de la grabación. Todo fue bien encajado.

W: Me atrevería a decir que todas las canciones recibieron el mismo cuidado y atención. Lo demás ya entra en terreno de gustos personales. Conecto mucho con “Cabeza” y “Agradable calor”.

RP: Wincho, tuya es la música de un clásico de SM: Una Mirada Dice Todo y Dice Nada. ¿Cuéntanos como la compusiste? 

W: No sabía que fuera un clásico. Voy a servirme un trago para celebrar. En SM de los inicios todo era participación de grupo. Al menos, en buena medida. Seguramente, esa canción se origina en algún ensayo y cada quien le puso algo. Por eso es más saludable cuando se forma parte de una banda que todos aparezcan en los créditos. Y a la vez se acaba con el tema del ego. Me refiero a nuestra errada visión de que algo nos pertenece. Quizás, verlo de esta manera. Es deber del bajista crear buenas líneas de bajo y lo mismo va para todos. Bateristas y guitarristas deben crear buenas partes en sus instrumentos. Y es deber de cualquiera que escriba letras, escribir buenas letras y no por eso llevarse la mitad del dinero que una canción genera en regalías. La persona que escribe letras no es más talentosa que los demás, simplemente su función es otra. 

Con suerte, las leyes cambiarán en el futuro y ojalá las bandas adopten esto como una regla sana mientras todos participen. Desde luego, esto cambia con la figura del solista que escribe y toca varios instrumentos. Algo así como Prince y otros tantos genios del mundo pop. McCartney por mencionar otro más. A estos tipos hay que pagarles todo lo que pidan porque todo lo hacen bien. Digo yo. 


RP: Pingüino, observamos que no figuras como autor en este disco (eso quedaría para Sin Sombra No Hay Luz) ¿Llegaste a proponer algo de tu propia cosecha?

P: EAYNE no tenia espacio para nuevas canciones. Fue un grandes éxitos de SM con las canciones elegidas de nuestros cassettes independientes. Así lo decidimos. Para el momento de firmar con SonoRodven, el grupo tenía muchos seguidores en Caracas, pero en el resto del país muy pocos conocían a Sentimiento Muerto. Para esa gente que no nos conocía, EAYNE significó un nuevo grupo con canciones nuevas… Para los que nos conocían, significó escuchar las canciones de siempre en un nivel diferente, con nuevos arreglos, nuevos solos, nuevos sonidos, otra energía. En el contexto del grupo, “Sin Sombra No Hay Luz”, nuestro segundo trabajo con la disquera, fue el álbum que introdujo canciones nuevas para todos los seguidores del grupo, el álbum en donde expresamos libremente nuestras nuevas inquietudes musicales, las cuales comenzaron a tomar forma durante la grabación de EAYNE.

RP: Prejuicios no entró en el setlist definitivo, sin embargo sí está en la versión digital (Spotify). ¿Hay más temas que se quedaron inéditos de estas sesiones de grabación?

P: Se quedó fuera “Estado Alucinando” con Fito Páez en el piano. Para aclarar, nosotros no grabamos “Prejuicios” durante las sesiones de EAYNE. Esa versión pertenece a los cassettes independientes.

W: Seguramente hay varios temas de otras grabaciones que ni yo mismo puedo recordar en este momento. Cayayo tenía un tema llamado “¿Qué es lo que te pasa?”. Era como una canción minimalista y a la vez muy sofisticada. Pablo también debe tener cualquier cantidad de maquetas que nadie conoce y también Alberto. 

RP: ¿Una vez terminadas las sesiones que sensación les quedó en el cuerpo?

P: En mi caso fue como “misión cumplida”.

W: Para mí fue un gran logro y coincidió con mi culminación de la secundaria en el liceo Gustavo Herrera. Me sentía muy feliz. 

RP: ¿Cuánto tardaron en oírlo totalmente mezclado? ¿Cuáles fueron vuestras sensaciones y sentimientos?

P: Nos gustó como quedó mezclado. Como dije anteriormente, este álbum se grabó y mezcló en 10 días (110 horas).

W: No recuerdo. Pero diría que se tardaron un par de semanas en mezclar todos los temas. Ese también es un trabajo agotador. 

RP: Cuando se puso a la venta ¿Cómo fue la reacción de vuestro su entorno? ¿Cómo sintieron que fue la acogida del elepé?

P: Este álbum se puso a la venta el 7 de diciembre de 1987. Al principio tomó un poco de tiempo para abrirse camino… Antes de dispararse en ventas y aceptación. ¡El resto es historia!

W: Sólo pude constatar el éxito de las canciones una vez que tocamos junto a Fito en el Poliedro de Caracas. Estábamos tocando “Cabeza” y miles de personas la estaban cantando y esto me paralizó. Literalmente, los dedos no me funcionaban. Fue como un ataque de miedo escénico o algo por el estilo. Creo que es mejor no dejarse llevar por esa falsa sensación de éxito. Y luego me encontré a Fito subiendo al escenario y me confesó: “Che, son unas estrellas”. La verdad, es un trabajo muy lindo estar en una banda. 

RP: Una parte de vuestros seguidores sintió que el sonido original de la banda fue desvirtuado con la producción de Páez. ¿Eso les generó problemas y malos tragos?

P: No se puede complacer a todo el mundo. Personalmente, pienso que el grupo maduró muchísimo grabando EAYNE. Para nosotros siempre lo más importante fue satisfacer nuestras inquietudes primero… Nunca pensamos en términos de si metemos estos acordes o hacemos este tipo de letra vamos a vender más.

W: Para nada. Todas las bandas cambian. Es lo natural. 

RP: Durante muchos años El Amor Ya No Existe Hay Que Hacerlo fue el disco de rock más vendido en Venezuela ¿Eso se reflejó en estabilidad económica para la banda?

P: Tocamos mucho y si tuvimos estabilidad económica. No de magnates, pero tuvimos independencia económica.

W: Por un breve momento, todos logramos de alguna manera vivir gracias al trabajo de la banda. 

RP: 28 años después el disco se mantiene firme como el gran disco rock de todos los tiempos en Venezuela (seguido por el de Dermis Tatú). ¿Su impacto -a la larga- fue un lastre o un impulso para la breve vida de Sentimiento Muerto como banda?

P: El impacto fue un gran impulso para Sentimiento Muerto, como todas las cosas que hizo la banda. Siempre sentando precedente. 

W: Creo que todos los discos de una banda la impulsan. El éxito comercial ya es una cuestión que interesa más al sello discográfico que a los músicos. Los músicos y escritores de canciones que se dedican al oficio con el fin deliberado de vender deben ser personas muy infelices y con un gran vacío. Una vez más, es sólo mi opinión y quizás estoy equivocado. 

RP: Cayendo en el terreno de la especulación ¿Dónde estaría Sentimiento Muerto hoy, con la alineación que grabó el disco?

P: Probablemente, reinventándonos una y otra vez sin soltar prenda. Siguiendo nuestros propios pasos, no los de otros.

W: Probablemente todos en algún hospital psiquiátrico. O en diferentes hospitales. En el mejor de los casos, todos haciendo terapia, muchas horas de yoga y meditación. Me gustaría pensar. Hablo más por mí que por los demás. 


RP: Si pudieras definir a Sentimiento Muerto en una palabra sería…

P: Creatividad.

W: Con el aprecio y cariño que tengo hacia ti, te ruego me perdones, pero jamás podría contestar semejante cursilería. (Nota del entrevistador: Ése es el espíritu intacto de Sentimiento Muerto. Touché.) |

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