Entrevista | Charliepapa: «La humanidad ha tratado de explicarse a través de la historia dividiéndose en dos”

Conversamos con la banda venezolana, en la cuenta regresiva para los Latin Grammy 2015


[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

Si vas por carretera, el camino de Caracas a Mérida luce -por longitud y altitud- cuesta arriba. Lo cierto es que son las mejores ocho/nueve horas que te puedes pasar al volante, por lo menos para el que gusta de los Pantones del paisaje venezolano. La entrada hacia la cordillera por Barinas es de vértigo y tortícolis con esas moles orográficas. Es un viaje que se presta también para escuchar música y pensar en todo lo que se pierden los que van, en las nubes, hacia la Ciudad de los Caballeros. Mérida, con su collar de pequeñas poblaciones satélites, tiene algo sutil, diferente y atemporal en su aire. Algo que te pone en guardia a la primera es que vayas por donde vayas recibes ‘buenos días/buenas noches’ de una manera espontánea por cada prójimo. Es un lugar de educación y eso explica muchas cosas sobre lo que se crea ahí. En Mérida, crisol de buenas bandas en el pasado, se dio el big bang de un grupo llamado a lo grande: Charliepapa.

Lo suyo ha sido una carrera de fondo, de paciencia. Mattia Medina, Osheyë Rebolledo, Jonathan Bellomo y Felix Hoffmann se lo han trabajado a conciencia desde inicios del milenio y los frutos cosechados rebosan de nutrientes: Tres discos largos, tres premios Pepsi Music, dos nominaciones a los Grammy Latinos 2015. Se dice rápido lo que se alcanza dejándose la piel. Hemos conversado con los cuatro jinetes de Charliepapa y lo compartimos con la recomendación que pongáis Y/O (su nuevo álbum) como soundtrack para su lectura. Son buenos sonidos surgidos de buena gente.

Ricardo Portmán: Muchas gracias por atendernos. Empezamos por lo inevitable: Dos nominaciones en los Latin Grammy (que se dice rápido) ¿Cómo habéis asimilado esta inyección de adrenalina? 


Charliepapa: A primer momento fue demasiada información junta, todo el mundo nos felicitaba por las redes, nuestras familias, nuestros amigos, realmente colapsamos durante varias horas, y sí, celebrábamos pero realmente no caíamos en cuenta de nada. Ya al final del día tuvimos una reunión vía Skype, ya que en estos momentos nos encontramos en diferentes ciudades, ahí, ya entre todos conversando, caímos en cuenta del significado del acontecimiento, comenzamos a recordar cosas y a pensar en el futuro, en lo que esto podría implicar. La verdad es que es algo casi absurdo, incluso al sol de hoy cuando uno se pone a analizarlo bien cuesta creerlo. No podría explicar lo felices que estamos y cuanta motivación corre por nuestras venas en estos momentos.

RP: De Mérida a Las Vegas. ¿Se imaginaron alguna vez llegar a estas alturas? ¿Es tan difícil como parece, para una banda del interior, triunfar a nivel global? 

CH: Cuando uno hace lo que le apasiona, las adversidades y el trabajo duro se hacen simples gajes del oficio e incluso hacen que todo sea más interesante y bonito. Si es difícil o no, depende de cómo se vea, sin duda que ha sido un camino largo de mucho ensayo y error, de disciplina, constancia y mucha paciencia, pero hemos alcanzado tantas cosas y tenido tantas satisfacciones a cambio, miles de experiencias, que cada esfuerzo cobra sentido. 

Nosotros siempre hemos sido soñadores, imaginar nos cuesta nada, yo he visto en mi mente un concierto lleno total de Charliepapa en Wembley Stadium, de hecho creo que cualquier banda ha soñado con eso, pero ver que realmente la banda está siendo reconocida a nivel internacional es algo que no deja de sorprendernos.

RP: Mérida tiene un aire especial, una luz única. ¿Este entorno ha influido de alguna manera en vuestro arte?

CH: Ha influido en todo lo que hacemos, como músicos y como personas, pero no es que siempre estuvimos conscientes de esto. Nosotros hemos vivido en Mérida desde niños y su aire y su luz han sido parte de nuestros días desde que tenemos memoria, por eso no fue sino hasta que empezamos a hacer giras en otras ciudades, que empezamos a conocer gente de otras partes, y a pasar temporadas fuera de Mérida, que nos dimos cuenta que nuestra manera de ver el mundo estando rodeados de montañas gigantes es muy distinta. Esto influye en nuestra manera de concebir la música, nuestra vibra, nuestra susceptibilidad a cierto tipo de situaciones de todo este mundo de la música que ya sabemos que no solo abarca  a “la música” per sé

RP: Después de un tiempo en el dique seco la escena rock en Venezuela parece haber tomado un segundo aire. ¿A qué consideran que se debe este resurgimiento?

CH: Es algo que comenzó de manera espontánea en el año 2008. Tenemos la fortuna de estar entra las bandas pioneras de esta nueva gran ola de la movida rock Venezolana. A partir de ese año, muchas agrupaciones empezaron a surgir, bandas con propuestas frescas, sinceras, y muy variadas. A su vez, empezaron a unirse periodistas, programas y estaciones de radio, críticos de música, blogueros especializados, a fomentar este movimiento, y lo más importante, muchísimo público empezó a interesarse realmente en esta movida, sin la actitud de “vamos a escucharlo porque debemos apoyar a lo hecho en el país” sino porque realmente lo disfrutaban y lo valoraban como pudiesen valorar a cualquier banda internacional. Todo este bloque de seguidores, medios y bandas, ha ido funcionando y creciendo con mucha organización, casi como si hubiese sido planificado, a pesar del caos que ha vivido el país en los últimos años.

RP: ¿Cuáles bandas venezolanas y extranjeras os han influido para el sonido Charliepapa?

CH: Venezolanas, Los Tomates Fritos y Los Paranoias. Extranjeras, hemos pasado por muchas, podría decirte que en líneas generales nuestro primer disco Quinta Giuliana estuvo influenciado por el rock de los 60’s y el britpop de los 90’s, el segundo disco 20.000 Leguas Cuadriláteras estuvo influenciado por el rock de los 70’s y por el rock argentino de los 90’s y nuestro nuevo disco Y/O es un gran mezcolanza de sonidos guiados por un enfoque más hacia los el rock de los 80’s.

RP: Si nos tuvieran que recomendar una banda venezolana actual, llamada a hacer cosas grandes esa sería…

CH: Creo que toda la movida actual tiene potencial para hacer grandes cosas, y de hecho varias ya han logrado internacionalizarse. De las que están empezando y me gustan podría nombrar a nuestros paisanos de Mérida Ainhoa

RP: Héctor Castillo, entre Dermis Tatú y su fértil trabajo de producción, es un mito por derecho propio. ¿Cómo se dio vuestra colaboración?

CH: Esta movida de rock venezolano de la que venimos hablando es tan fuerte que ha llamado la atención de grandes personalidades de la música venezolana. Entre ellos Héctor Castillo, productor venezolano que vive en Nueva York desde hace muchos años y ha trabajado con artistas de la talla de Roger Waters, David Bowie, Gustavo Cerati, Beck por mencionar algunos. Héctor ya lleva varios años aportando a la movida, trabajando y produciendo bandas en el país como Los Mesoneros, Americania, Los Caramelos de Cianuro, ViniloVersus. Todas estas bandas graban en el que era el mejor estudio del país llamado Tumbador de otro productor venezolano, Carlos Imperatori. A Carlos nosotros lo llamamos el quinto Charliepapa, ya que ha estado produciendo nuestra música desde nuestras primeras composiciones y ha sido un aliado clave e indispensable en todo lo que hacemos. Héctor y Carlos han venido trabajando juntos desde hace tiempo y fue a través de esta relación que Castillo escucha los demos de nuestro nuevo disco, le gustó mucho la propuesta y así comenzó a formar parte del gran equipo que llevó a cabo este disco. Héctor no solo coprodujo Y/O sino que realizó la mezcla de gran parte de este.

RP: Carlos Imperatori y Rudy Pagliuca fueron los otros dos vértices en el triángulo de productores del disco. ¿Cuánto de ellos hay en Y/O?

CH: Carlos fue el director general del proyecto, y era el mediador entre Héctor y Rudy. El disco tiene de los tres en la medida precisa que debía tener, esto creo que es lo que lo hace especial. Si no hubiese estado alguno de los tres, el disco no hubiese sido ni remotamente lo mismo.

RP: Y/O es vuestra bandera. ¿Cuál fue la semilla conceptual del disco? ¿Qué le diferencia, en lo esencial, de vuestro trabajos anteriores?

CH: Por primera vez afrontamos un nuevo proyecto basándonos en un concepto inicial; “El Dualismo”, y ese hecho es esencialmente lo que lo diferencia a los anteriores. Más allá de la connotación situación venezolana actual, nos pareció que era un concepto que se podía explotar de muchas maneras y además es un tema universal.
La humanidad ha tratado de explicarse a través de la historia dividiéndose en dos, “El bien y el mal”, “El Sol y La Luna”, “El Ying y el Yang”. Pero muchas veces nos encontramos en ambos bandos, y muchas otras en ninguno, depende de cada quién, por eso elegimos la abreviación que incluye a la conjunción y la disyunción “y/o”, además se lee en español como el pronombre “Yo” lo cual nos pareció muy apropiado ya que refuerza la identidad de cada uno para afrontar a la dualidad.

RP: ¿Cómo fue el ambiente en el estudio durante la grabación de Y/O?

CH: Tener a tres grandes de la producción en un mismo estudio discutiendo sobre tus canciones es algo impresionante. El ambiente fue muy relajado y ameno, Héctor, Carlos y Rudy son grandes amigos y muy profesionales. Por el estudio pasaron varios invitados colaboradores claves para el disco, Chapis Lasca, Henry D’Arthenay, Diego Álvarez. No toda la grabación se hizo en el mismo estudio, de hecho Didi Gutman y Camilo Froideval grabaron sintetizadores y secuencias desde Madrid y Ciudad de México respectivamente. La comunicación musical con ellos fue también óptima y fluida gracias a las directrices que daban los productores. El general el proceso de grabación con tanta gente profesional y talentosa fue un gran aprendizaje para nosotros.

RP: ¿Cómo es un día (o noche) en la sala de ensayo de Charliepapa?

CH: Bastante normal, hablamos más pistoladas de lo que ensayamos, llega un momento en que alguien tiene que cortar radicalmente la conversa para empezar a ensayar sino perdemos el tiempo de ensayo. La única manera que toquemos concentrados durante horas y horas es cuando estamos componiendo o cuando estamos ensayando un show con canciones que son nuevas.

RP: ¿Mantenéis los mismos procesos creativos de sus comienzos o el tiempo ha sembrado vientos de cambio? 

CH: Siguen siendo los mismos, al menos hasta este disco, lo escribimos igual que siempre en la Quinta Giuliana sobre alguna idea inicial, dándole y dándole hasta llegar a algo con forma. Si nos gusta, grabamos algo muy rudimentariamente para enviárselo a Carlos Imperatori, y que empiece a darnos indicaciones, de ahí vamos escribiendo la letra completa, completando la melodía y alguna otra parte en ensayos subsiguientes. Gilberto Rebolledo es el papá de nuestro bajista Osheyë, y nos ha ayudado mucho también con arreglos musicales en general desde nuestros inicios.

RP: ¿Cuál composición vuestra os llena de más orgullo paternal?

CH: Todas nos llenan de orgullo paternal. Si me preguntas ya te diría que “Vuelta en L”.

RP: Astrómetra ya lleva medallas en la pechera (Premios Pepsi Music) y relucientes nominaciones (Mejor canción Rock en los Grammy). ¿Qué esconde entre sus pistas que la hace tan poderosa?

CH: Cuando la escribimos y se le enviamos a Carlos, lo primero que nos dijo fue “quiero más canciones así para el nuevo disco”. Astrómetra marca la línea  del nuevo sonido, los teclados que hizo Didi Gutman en este tema son providenciales, los tonos de las guitarras que se lograron en el estudio son fabulosos, es una canción que te hace flotar, la letra tiene un mensaje directo y contundente. No sabemos cuál es la fórmula en realidad para crear canciones así, simplemente ocurren.

RP: Bengala es el nuevo single. Su sonido alternativo, cercano a los Soda Stereo de Dynamo/SueñoStereo, le diferencia del resto del contenido de Y/O. ¿Qué les llevó a este sonido fronterizo con el shoegaze?

CH: El tema está inspirado en el britpop que básicamente fue una consecuencia del shoegaze. Creo que Soda Stereo para esa época que mencionas estaba muy influenciado por esta que pasaba en Gran Bretaña para esos años, y Soda Stereo (en todas sus etapas) es una banda que uno ha escuchado tanto que a veces incluso sin querer terminas emulándolos. Para esta canción teníamos todas estás ideas de sintetizadores en mente pero realmente no teníamos una idea concreta, nuevamente le hicimos un bosquejo hablado de lo que buscábamos para el tema y Didi Gutman no solo lo entendió sino que lo llevo más allá. Cuando nos devolvió el track con su input no lo podíamos creer, el tema pasó a ser obligado para estar en el disco a pesar de tener esa diferencia marcada con el resto de los temas que acotas.

RP: Fe y Razón contiene acentos reminiscentes a los registros de Spinetta en los días de Artaud, especialmente en los matices vocales de Mattia. ¿De cuáles fuentes bebe esta canción?

CH: Comencé a escuchar a Spinetta no hace mucho, pero desde nuestras primeras grabaciones la gente que conocía la obra del maestro nos decía que Charliepapa sonaba un poco a Pescado Rabioso. Ya para cuando trabajaba en este disco había escuchado casi todo de Spinetta y como es tan bueno puede que, como pasa siempre y con muchos otros artistas que me gustan, sin darme cuenta haya sacado cosas de él al componer. En el caso de Fe y Razón no tenía ninguna referencia en específico, es una canción muy personal, y simplemente me dejé llevar. Terminó siendo una enunciación de amor a través de la eterna dualidad entra la Fe y la Razón. Todo el toque de percusión india, y las segundas voces etéreas fueron la interpretación de la canción que hicieron Diego Álvarez y Chapis Lasca.

RP: Los reconocimientos inevitablemente marcan un antes y un después en la vida de una banda. ¿Cómo se plantea en el seno del grupo esta inevitable dosis de esa mala palabra (fama)? ¿Hacia dónde va Charliepapa?

CH: Con todas estas noticias que tienen tanta salida en los medios de comunicación de Venezuela el nombre de la banda ya está siendo familiar incluso para las personas que no están al tanto de la movida rock del país. Esto es muy bonito verdaderamente, ser reconocido en tu país y sentir las buenas energías de tantas personas, en las redes, en los medios, en las calles. Un aspecto muy importante de estos logros es que sirven como ventana y tarjeta de presentación inmejorable más allá de nuestras fronteras, y la internacionalización de la banda fue una de las premisas iniciales de esta nueva etapa de la banda con Y/O, usaremos esta gran oportunidad que se presenta para alcanzar esta meta.

RP: En estos tiempos donde reina el indie en toda la extensión de la palabra, los sellos discográficos lucen anacrónicos e innecesarios. ¿Cómo ven el  futuro del negocio musical?

CH: Sorprende ver como hasta las descargas de música digital ya no predominan en la distribución musical. Plataformas como YouTube, Spotify, Soundcloud, Apple Music, llevan la batuta en estos momentos. Es posible que por ahí esté el futuro de la industria. Sin embargo para las bandas completamente independientes, como es nuestro caso, la manera más directas de conseguir beneficios económicos de la banda es a través de las presentaciones en vivo.

RP: Vuestra fórmula para trascender en la música y no morir en el intento es…

CH: Definiendo a la suerte como el momento cuando la preparación y la constancia se juntan con la oportunidad.

RP: Los futbolistas no tocan la copa antes de las finales. ¿Vosotros tendréis alguna cábala especial para el 19 de noviembre en el MGM Grand Arena?

CH: Nosotros somos un equipo muy pequeño que está llegando a la final, no tenemos nada que perder, de hecho ya ganamos, y mucho. Saldremos al campo a disfrutar del momento único, cuatro amigos de vida llegando a las fabulosas Vegas gracias a la música que hicieron, es algo digno de celebrar por todo lo alto.


RP: Para cerrar ¿A cuál músico regresarían de ultratumba en plenas facultades?


CH: Jimi Hendrix.

RP: Muchas gracias por vuestro tiempo y mucho éxito para esa noche de premios en el estado de Nevada.
CH: ¡Gracias a ti! 





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