Hablamos de uno de los grandes discos en la historia del rock venezolano
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Los sonidos de Sentimiento Muerto no eran desconocidos para el público. Sus grabaciones caseras, pasadas de mano en mano en formato cassette, además de la masificación del graffiti del corazón cruzado en cada muro de Caracas, sembraron la semilla de la leyenda de SM. Las negociaciones de su manager Helena Ibarra con el sello Sonorodven abrieron las puertas para la grabación de su primer elepé. El primer productor elegido fue Andrés Calamaro. El argentino llegó a Caracas, instalándose en el hotel El Marqués, pero desde un comienzo no hubo química. Entre los músicos y el productor existía una brecha, y esto se notó en una declaraciones negativas de Calamaro sobre SM publicada en el diario El Nacional. Calamaro deseaba llevar el sonido del grupo hacia registros stonianos pero al final no cristalizó la colaboración. El ego y los excesos del argentino lo hicieron imposible. El encargado de sustituir al productor saliente fue Fito Páez. El rosarino, acompañado del Tweety González como ingeniero, se integró a la perfección con la propuesta de los venezolanos. El camino sonoro que deseaba plasmar Páez estaba más orientado al pop, desviando el estilo característicamente post punk de SM. Como dato curioso los dos argentinos llegaron a Venezuela dos días antes del matrimonio del vocalista Pablo Dagnino con Helena Ibarra.
En septiembre de 1987 se empezó a grabar El Amor Ya No Existe, Hay Que Hacerlo. Las condiciones del estudio eran muy precarias, con equipos inadecuados para grabar un disco de rock. Era la primera vez que Sentimiento Muerto entraba a un estudio de grabación, y si ni hubiera sido por la experiencia de Páez quizás no habría llegado a buen puerto. El productor tuvo que realizar infinidad de cambios musicales sobre la marcha, teniendo el mayor reto en la correcta grabación de las pistas de batería. Alberto Cabello, el baterista y letrista principal del grupo, no lograba realizar una interpretación eficiente, dejando al descubierto sus carencias técnicas. Por ese motivo se tuvo que recurrir a programaciones, lo cual repercutió en el resultado final. Por otra parte el trabajo de guitarras de Cayayo y Pinguino fue sobresaliente, rozando el concepto del guitar-weaving. La entrada de Pinguino en Sentimiento Muerto aportó un factor de virtuosismo que carecían con Edgar Jiménez, una figura muy importante en la imagen de la banda pero más limitado como músico. Los teclados fueron aportados por Dagnino y Páez. Se tuvo que trabajar a fondo en la estructura de las canciones, dándoles una forma definida para el disco, muy diferente del desarrollo que tomaban sobre el escenario. Los temas más polémicos y populares entre sus seguidores (Miraflores, El Sistema) quedaron fuera del álbum. La disquera no deseaba problemas en unos tiempos de censura gubernamental.
El lunes 7 de diciembre de 1987 se pone a la venta El Amor Ya No Existe, Hay Que Hacerlo. Su lanzamiento fue un acontecimiento que sacudió los cimientos del movimiento underground, convirtiéndose en el primer gran disco clásico del rock venezolano. A pesar de la variación en el sonido primigenio de SM el producto seguía teniendo una calidad contrastada, permitiendo su entrada en los medios de comunicación, especialmente a través de los videos promocionales de los cortes Culebrón y Cabeza. Este último tema arrastró a fieles y paganos al terreno de Sentimiento Muerto, transformándose en lo que se ha llamado ‘una canción generacional’. No se pueden entender los ochentas en aquella Venezuela post viernes negro sin los sonidos oscuros de Cabeza. El Amor Ya No Existe, Hay Que Hacerlo es un hito en la historia del rock en Venezuela, tanto por contenido musical como por su espíritu transgresor. Su mensaje sigue vigente y eso les mantiene como un mito que sigue latente en las calles de la Venezuela actual. “Políticos hablan de juventud / Ellos quieren que trabajemos / Con el ejemplo que nos han dado / Ya yo entiendo porque estamos parados” (Educación Anterior).
El Amor Ya No Existe, Hay Que Hacerlo
(Sonorodven)
Lanzamiento: Diciembre de 1987.
Productor: Fito Páez.
Culebrón (Cabello/Troconis)
Cabeza (Cabello/Troconis/Jiménez)
Descargar (Cabello/Troconis)
Un Agradable Calor (Cabello/Troconis/Jiménez)
Una Extraña Sensación de Soledad (Dagnino)
Educación Anterior (Cabello/Troconis/Jiménez)
Una Mirada Dice Todo Y Dice Nada (Cabello/Schafer)
Manos Frías (Cabello)
Personal:
Cayayo Troconis: Guitarras, coros, voz en Un Agradable Calor.
Pablo Dagnino: Voz, coros, teclados.
Jose ‘Pinguino’ Echezuría: Guitarras.
Wincho Schafer: Bajo.
Alberto Cabello: Batería.
Músicos adicionales (no acreditados):
Fito Páez: Teclados, programaciones.
Tweety González: Programaciones
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