Nos deja una leyenda por derecho propio
[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo
Nadie encajó mejor en la troupe Stone de los años dorados que Bobby Keys. Las grabaciones de los Rolling Stones a partir de Let It Bleed, no podían entenderse sin el saxo feroz del texano. Bobby fue un espíritu libre, lúdico, desenfrenado, que encontró en Keith Richards al cómplice ideal para toda clase de divertimentos. Pero más allá de lo profano de sus andanzas, Keys fue un soberbio ejecutante; un entendido de los entresijos del blues, rock & roll y shuffle. Toda una legión de artistas se supieron servir de sus valiosos servicios. Bobby dejó su aliento en grabaciones tan arquetípicas como Let It Bleed, Sticky Fingers, Exile On Main St y Goats Head Soup (Stones), All Things Must Pass (George Harrison), Gimme Some Neck (Ronnie Wood), Walls & Bridges (John Lennon), The Sun, Moon & Herbs (Dr. John), Talk Is Cheap (Keith Richards), Long Player (Faces), Rock On (Humble Pie), B.B. King In London (B.B. King), Two Sides Of The Moon (Keith Moon), Second Helping (Lynyrd Skynyrd), Hail! Hail! Rock ‘n’ Roll (Chuck Berry) y Songs For Beginners (Graham Nash).
Este listado de discos es sólo la punta del iceberg en la carrera de un Bobby Keys que ha entrado, saxo al hombro, al bar donde brindan muchas de las leyendas de la historia de la música del último medio siglo. El mejor homenaje que se le puede ofrecer es volver a los discos donde dejó su impronta. Hasta siempre, Bobby.
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