Entrevista exclusiva con Ricardo ‘Ziggy’ Anthés

«Haber pertenecido a una banda como La Calle definitivamente deja huella en uno»
Fotografía de Bettina Steinhold 


[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

La década de los noventas se podría considerar como la era dorada de la escena rock y proto-indie en una Venezuela que ni por asomo podía imaginarse el futuro que le esperaba. Coincidió el final de una banda mítica (Sentimiento Muerto) con el surgimiento de una serie de grupos que definieron el sonido de esos días. Es precisamente de las cenizas de Sentimiento Muerto que surge, a través de uno de sus integrantes, una nueva voz. Jose ‘Pingüino‘ Echezuría, guitarrista de SM, se une en 1991 al cantante Ricardo ‘Ziggy’ Anthés, el bajista Ángel Guanchez y el baterista Miguel Toro para conformar una de las bandas fundamentales del rock venezolano: La Calle. Desde el principio la banda se dedicó a patear el circuito de locales, sacándole brillo a una propuesta emparentada con el rock alternativo y el dark. 

El momento de gloria llegó con su participación en mayo de 1994 en el cuarto Festival de Nuevas Bandas. No sólo ganaron el festival; también inscribieron su nombre entre los referentes obligados del género. No en balde son los únicos ganadores del festival que han permanecido imborrables en la memoria colectiva. Su concierto en la Plaza de Los Museos de Caracas, junto a los grandes Dermis Tatú, unos días después, se podría considerar como uno de los momentos álgidos de la historia de la música independiente venezolana. Con el premio del FNB grabaron un cassette debut incluyendo 3 temas (Globo de Plomo, Desconectado y Las Cuevas). Dispuestos a seguir rompiendo esquemas deciden grabar su primer disco largo de manera totalmente independiente, a través de su propio sello Ojo Rabioso Records. Hoy en día esto es muy normal pero veinte años atrás las producciones independientes eran terra incognita. En 1995 La Calle financió, produjo y distribuyó el visceral A.T.C. (Amárrame a tu cama), un documento sonoro que reproducía fielmente toda la potencia de una banda que tenía en el directo su hábitat ideal. Contaron con un invitado de lujo en la grabación de dos temas: Cayayo Troconis. El nexo entre Pingüino y Cayayo se mantenía fuerte y saludable desde el final de Sentimiento Muerto.

Luego del lanzamiento la banda siguió en el candelero, con mucha presencia en televisión (todavía se recuerda su performance en el programa A Puerta Cerrada) y medios impresos (aquella famosa portada del semanario Urbe con el cuarteto travestido), además de una serie regular de conciertos. El éxito no se redujo sólo a lo musical; también lograron que su video Parásito rotara en la programación de MTV (cuando MTV era un canal ‘musical’). La sorpresa llegó en 1997: En plena efervescencia La Calle pone pausa a todas sus actividades. Desde entonces ese receso se ha mantenido. Las diversas causas del parón del grupo no vienen al caso pero si cabe resaltar que no hubo acritud. No podemos hablar de separación, simplemente sus integrantes entraron en nuevas aguas vitales. 

Los tiempos que corren en una Venezuela arrasada por mil circunstancias han afectado sensiblemente su escena rock; esta afectación ha hecho que muchos miren hacia atrás y busquen recuperar esos acordes que les recuerdan tiempos mejores. La Calle, con ese sonido distorsionado y poderoso, se mantiene vigente (mucho más de lo que creemos) y por ello hemos querido compartir con vosotros una extensa entrevista que Ricardo ‘Ziggy’ Anthés nos concedió amablemente. Ziggy no se ha dejado nada en el tintero y nos ha obsequiado con una completa y profunda visión personal/musical sobre lo que fue y sigue siendo La Calle. 
 Fotografía de Bettina Steinhold (1995)




Ricardo Portmán: Muchas gracias por atendernos. Primero lo primero ¿Por qué te llaman Ziggy?

Ricardo Anthés: Este apodo se originó en plena época de La Calle y se mantuvo en el tiempo. Quizás tenga que ver un poco con la personalidad camaleónica que se me atribuía en esos tiempos. Algunos hasta pensaban que tenía personalidad múltiple jajaja. Paradójicamente, está inspirado en el personaje que creó David Bowie, llamado Ziggy Stardust en su disco The Rise and Fall of Ziggy Stardust and The Spiders From Mars.


RP: ¿Cuáles artistas/bandas te influyeron para meterte en esto del rock & roll?
RA: En cuanto al rock se refiere la primera banda que entro en mi corazón fueron los Beatles. Mis padres vivieron en Los Angeles, California a finales de los sesentas y  recuerdo específicamente el disco Yellow Submarine que me lo ponían mucho con apenas dos o tres años. Me aprendí de memoria todos sus discos y canciones. Después conocí a KISS por allá en 1977. Me recreé muchísimo en ese mundo fantástico del rock que ellos presentaban. También AC/DC y Van Halen me hicieron sentir con más potencia lo que era el espíritu rockanrolero. Ya más hacia mi adolescencia, principio de los 80, me conecté con la movida rockera que había en Venezuela, en Caracas. Grupos como Resistencia, La Misma Gente, Arkangel. Todos esos grupos de la época. Fui a muchos de los conciertos en el poliedro, la concha acústica de Bello Monte, Teatro Santa Sofía, etc. Me di cuenta y sentí que esa idea de tener una banda de rock, era posible, específicamente en donde vivía, en Caracas. Por ahí también entraron en mi vida Led Zeppelin y The Doors. Ya hacia mediados de los 80’s me conecté con lo que venía con el pop español, y lo primero que llego del rock pop Argentino, Soda Estéreo principalmente. También con toda la movida de Sentimiento Muerto, ya que yo estudiaba en ‘Los Álamos’ en el mismo Liceo con Cayayo, 4to y 5to año de bachillerato, todo eso sucedió muy cerca. Estamos hablando de 1984 – 1986. Estuve por los caminos del pop por un buen tiempo hasta que  en 1990 ya específicamente como cantante de La Calle me metí con todo en el rock y mis influencias fueron Gustavo Cerati, David Bowie, Robert Plant, César Somoza, Jim Morrison, PTT Lizardo, Camilo Sesto, Bob Marley y Daniel Ash, por mencionar los más destacados.
RP: ¿Haber sido vocalista de una banda tan emblemática como La Calle te marca de por vida?
RA: Haber pertenecido a una banda como La Calle, definitivamente deja huella en uno. Pero como músico, creador, cantante de rock, lo que más lo marca a uno, es sentir que lo que se hizo llego a personas que aun hasta el día de hoy lo valoran, como también lo hacen las nuevas generaciones. Eso le da a uno un sentir de orgullo, de humildad y de agradecimiento. Sin duda es una marca que queda y se proyecta en el tiempo.
RP: ¿No te escuece todo lo que pudo ser y no fue con la banda?
RA: Nosotros en La Calle, cuando componíamos, cuando ensayábamos, cuando estábamos en el escenario, nos dábamos al 100%, con nuestra mejor intención, y con un sentido profesional de lo que estábamos haciendo. En el momento que decidimos darle una pausa a la banda, no sabíamos lo que el destino y nuestro entorno traería consigo y ahí está la historia de cada uno de nosotros y de lo que paso con toda esa movida para entenderlo. Ahora que han pasado tantos años me he dado cuenta que lo que hicimos con La Calle ha quedado, y me hace sentir que lo que ‘hubiera podido ser’ termino siendo ‘lo que es’, y aunque La Calle no siguió formalmente como tal, su sonido y su legado musical persiste en el tiempo. Creo que indiferentemente de lo que haya pasado con la banda, saber que en cada momento nos dimos el 100% salva cualquier momento del pasado y de la realidad presente.
RP: ¿Cómo nació La Calle? ¿Quién encendió el fuego?
RA: Esta es mi parte de esa historia. Cada uno de nosotros tendrá su propia historia. Tanto Pingüino, Miguel, Ángel y yo, nos unimos específicamente para hacer una banda de rock, y aunque nos conocíamos porque pertenecíamos a toda la movida de los noventas nos unimos fue por la música y para hacer música. La conexión específica con Pingüino surgió por medio de Andres Manner, mi hermano del alma, con quien yo estudie bachillerato, y quien siempre estuvo conectado con la vanguardia de toda esa movida. Fue en una fiesta en su casa. Ahí estaba, como se dice, todo el mundo y fue ahí donde Andrés conecto formalmente con Pingüino. A Pingüino ya yo lo conocía de la movida y nos habíamos visto es fiestas, bares etc. Pingüino ya había salido de Sentimiento Muerto y estaba en el proceso de formar una banda y yo también por mi lado estaba buscando como reconectar con la escena. Pasaron un par de semanas y comenzamos a reunirnos en su casa a compartir ideas de canciones y a escuchar música y sobre todo reconocer que si existía una buena conexión a nivel creativo para así seguir adelante. Por otra parte Pingüino también conocía a Miguel Toro y este a su vez a Rafael Sáez quien también era guitarrista y también componía. Paso quizás un mes y Pingüino menciono que sabía de un bajista el cual trabajaba en una famosa tienda de discos del CCCT, PPM. Nada más y nada menos que Ángel Guanchez. Así para 1991 ya teníamos una banda. Al año Rafael deja la banda para seguir su camino en los medios audiovisuales. Hoy en día reconocido profesional del medio audiovisual y buen amigo. Pasarían otros dos años antes de darnos a conocer al público. Es así que en 1994 damos nuestro primer concierto formal como La Calle, en el Teatro de La Opera de Maracay.
RP: Habla mucho sobre la potente química del grupo que sois los únicos ganadores del Festival Nuevas Bandas que todos recuerdan ¿Qué les diferenciaba de los demás artistas del momento?
RA: A mí también me parece importante e increíble que 20 años después se recuerde ese concierto en particular y que haya quedado registrado como un punto significativo en lo que se podría llamar la conciencia colectiva del rock venezolano. Como mencione nuestro primer concierto fue en Maracay. Así pues, nuestro segundo toque fue durante la muestra de bandas del IV FNB el 4 de mayo de 1994, después, ese domingo siguiente, 8 de Mayo, sucedió ese famoso concierto en La Plaza de Los Museos ya como ganadores del festival, La Calle, junto a Dermis Tatú. Cayayo se montó con nosotros en el tema Las Cuevas.
Como banda ya teníamos un par de años reuniéndonos, componiendo, ensayando, en fin acoplando la banda. Así a lo largo de ese tiempo se fue forjando una amistad cuya conexión era la música. A pesar de que no estudiamos juntos, ni éramos vecinos, ni familiares, etc… la música fue el enlace hasta llegar a ser prácticamente una familia. Esa conexión se traspasaba en el escenario al público. También la personalidad particular de cada uno se traspasaba al público dado que cada uno de nosotros cuando estábamos en el escenario nos presentábamos con el corazón abierto, básicamente porque así éramos cada uno de nosotros en nuestras vidas.
RP: ¿Cómo era la dinámica en un ensayo de La Calle? Sé que muchos seguidores se frotan las manos ante tales detalles…
RA: Primero que nada nos juntábamos a crear los temas. En principio compartíamos muchas ideas musicales, letras, posibles estructuras de canciones y ahí lográbamos un poco una idea primaria. Así, dependiendo de quien traía la idea originaria, cuando ya existía algo concreto, se compartía entre todos. Todos los temas de La Calle tenían su origen en voz y guitarra. Este proceso sucedía en la casa de alguno de nosotros. De ahí pasábamos al estudio de ensayo. Ya con los temas estructurados pasábamos a la producción musical de los mismos que no es otra cosa que como iba a sonar el tema con los cuatro juntos. Cada uno de los temas pasaba por este prisma creativo, amalgamando así el estilo y la influencia de cada uno. Cuando ya se tenían varios temas se grababa el ensayo y pasábamos a ajustar detalles y las dinámicas propias de cada tema. Una vez establecido un repertorio de temas comenzábamos a ensayar con vista a presentarnos en vivo. Era en este proceso final cuando los temas cobraban vida propia, por eso es que nuestras grabaciones suenan básicamente como sonaba la banda en vivo. Con un toque real, en caliente.
Fotografía de Bettina Steinhold (1996)

RP: ¿Con cuáles expectativas y enfoque creativo se enfrentaron a la grabación de vuestro único disco, el seminal A.T.C.?

RA: El A.T.C. de La Calle, como se le conoce, surge gracias a la posibilidad de hacer una producción independiente. Cuando pudimos concretar la parte financiera, decidimos plasmar lo que era La Calle en CD. El enfoque creativo fue hacer una impresión en el tiempo de lo que era La Calle en ese momento, desde el punto de vista musical, el diseño, el arte, la fotografía, y por supuesto el sonido y la manera de grabar los temas. También nos encargamos del empaque, y la distribución. Teníamos bien claro en ese sentido lo que queríamos hacer. Trabajamos con el mismo ingeniero de sonido, amigo por demás,  que nos había acompañado desde el principio y a lo largo del tiempo, Julio Alonso. Las expectativas, a pesar de ser un gran reto, eran las mismas que cualquier otra banda; vender el disco. Sólo que en este caso lo haríamos nosotros mismos. Así constituimos Ojo Rabioso Records S.A. En cuanto al arte del CD, tuvimos una serie de sesiones donde compartimos imágenes de libros, de revistas, de películas, literatura, fotografías, y afines que nos conectaban con nuestra propia esencia personal para ese momento, en este proceso también participo Andreina Siervo, nuestra manager y querida amiga. Cuando tuvimos un buen compendio de estas imágenes se las transmitimos al artista y amigo de la banda: Yaotl. Yaotl supo capturar y plasmar magistralmente en el arte del CD lo que era La Calle, además nos visitó repetidas veces mientras grabábamos en el estudio. En Mad Box, el estudio de grabación de Boris Milán. Las fotografías de la banda en el insert, por Andrés Manner, quien ya era un reconocido fotógrafo para ese momento, también captó la esencia de la banda. Luego que todo estaba impreso y masterizado nosotros mismos ensamblamos los CD. Sacamos 1,000 copias.  Hoy en día me siento muy agradecido de que en el tiempo todavía este presente el A.T.C.
RP: ¿Llegaron con los temas listos para enlatarlos o crearon alguno en el estudio?
RA: Los temas ya estaban listos cuando llegamos. No había dinero ni recursos para improvisar. Los temas los teníamos ahí listos de nuestros toques en vivo y lo acoplamos y complementamos, cada quien con su talento, corazón y alma. El trabajo de guitarras de Pingüino es sencillamente genial, en cuanto a atmosferas, acople a las letras, interpretación y feeling. La base rítmica de Miguel y Ángel muy solidificada suena compacta y potente en cada tema. Yo por mi parte, busque en cada uno de los temas plasmar algo más que mi voz, dejar parte de mi sentimiento, de mis emociones, y de mi realidad. Así quedo impreso en el tiempo una parte de cada uno de nosotros en el A.T.C
RP: La mayoría de los temas fueron compuestos por Pingüino y por ti ¿Cómo afrontaban vosotros dos el proceso creativo? ¿No es sentíais un poco como unos Jagger-Richards?
RA: Ante todo gracias por la comparación, salvando las diferencias claro jejeje… El proceso creativo inicial de un tema es de rango elástico, es decir puede iniciarse con una simple idea o frase, o puede ya venir conformado de principio a fin, dependiendo de la inspiración del momento. Desde ese primer momento en 1991 en que nos sentamos en la sala de su casa a compartir ideas por primera vez, la conexión fue instantánea. Así Pingüino y yo compartimos muchas sesiones específicamente para crear y darle la vuelta a ideas, estructuras, letras, en fin, a los temas que iba pidiendo la propia dinámica de la banda. Esto lo hacíamos a consciencia y cada quien llevaba a la mesa lo que como compositores y músicos nos traía la inspiración. Esa química creativa no sucede casualmente y no se repite a lo largo de la vida con facilidad, por lo que valoro mucho esa conexión que tuvimos. En todo caso era cuando estábamos los cuatro juntos que los temas cobraban vida propia y así se consolidaban en el repertorio.
RP: Cayayo Troconis aportó su toque guitarrero en dos temas ¿Qué recuerdas de trabajar con él?
RA: Si, fue en dos temas particulares. En ‘Soledaña’ y en el muy conocido tema ‘Las Cuevas’. Cayayo siempre fue muy profesional a la hora de juntarnos a hacer música. Ya entre Cayayo y Pingüino, por haber sido parte de Sentimiento Muerto existía esa química necesaria entre guitarristas que es primordial. A la hora de colaborar con nosotros, siempre con su personalidad especial, y con su creatividad, amabilidad y genuino interés  todo fluía increíblemente. En las grabaciones del CD como cuando nos acompañó en vivo. Tanto era así que cuando estaba con La Calle ensayando o en vivo se sentía que era parte de la banda. Realmente un feeling único. ¡Grande Cayayo! Se le recuerda siempre y con mucho cariño.
Fotografía de Ricardo Anthés

RP: ¿Con la muerte de Cayayo murió una parte importante del rock & roll nacional?

RA: En aquellos tiempos fue muy pero muy duro sobreponerse al hecho. Todavía lo es. Cada quien lo vivió a su manera. Aun es difícil comprenderlo ahora que ha pasado el tiempo. Si bien paso a otro estrato existencial, y en esa época parecía el fin de una era, lo cierto es que Cayayo vive en la memoria musical del país y en la historia del rock hispano. Hoy más que nunca. Por lo que su legado ha hecho crecer todo lo que se hizo en esos tiempos y lo que están haciendo las nuevas generaciones. Así se mantendrá por siempre vivo en nuestros corazones gracias a su gran legado musical y como persona y amigo.
RP: A.T.C. fue el resultado de un gran esfuerzo personal y financiero para los cuatro ¿Ese Do de pecho les unió más como grupo?
RA: Sin duda que sí. A pesar de las tensiones propias de las dinámicas de asumir todo el proceso de producción, promoción, distribución y venta del A.T.C., salimos airosos por que el resultado final está ahí todavía vigente. Lo que no sucedió en su momento no fue por nosotros sino por la estructura del mercado musical específicamente del rock en Venezuela. El A.T.C. de La Calle, se ha crecido en el tiempo gracias a las personas que han mantenido vivo su legado. Creo que eso nos une más incluso actualmente, a pesar del tiempo y  las distancias.
RP: ¿De quién fue la idea de esa completa bitácora de grabación que venía incluida en A.T.C.? ¿Quién fue el encargado de recopilar las horas y detalles de cada paso de las sesiones?
RA: La idea del A.T.C. era plasmar al mayor detalle posible lo que era La Calle en ese momento. La idea de la bitácora fue de Pingüino, quien se tomó la tarea de recopilar los momentos más destacados de la grabación, quedando así, gracias a él, un registro memorable y único de como trabajamos el A.T.C. a través del tiempo de grabación en el estudio.
RP: ¿Cuál es la canción de La Calle que más te satisface y la que menos?
RA: Todas las canciones me satisfacen enormemente, Globo de Plomo, Se Cae El Piso, Estoy bien, Las Cuevas, en fin me gustan todas que te puedo decir…
RP: Probablemente la portada más memorable del semanario Urbe fue la vuestra, travestidos. ¿Esa portada les trajo más perjuicio que beneficio, o viceversa?
RA: Las dos cosas. No podría a señalar específicamente cada caso. Muchas bandas a través de la historia del rock lo han hecho, Los Rolling Stones, U2, Red Hot Chilli Peppers. Es parte de la irreverencia propia del rock y hay que tenerlas bien puestas para hacerlo. Nosotros nos divertimos muchísimo con eso y causó el efecto que queríamos, sobre todo en una sociedad tan conservadora. Nos ayudó a irrumpir con más fuerza en el entorno. Además, y como nota al margen, nos trajo una gran cantidad de fans, específicamente mujeres, que por alguna razón se fascinan al ver hombres con faldas.
RP: ¿Te siguen recordando el famoso directo de la minifalda?
RA: ¡Jajaj! Claro que sí. Aunque realmente solo la usé una vez con La Calle y fue en el encore de la presentación del CD A.T.C en Rockatanga. Ni siquiera existen fotos de ese momento, o sea que la memoria de la ocasión ha pasado de boca en boca a través de los años y por algunas reseñas que han salido por ahí. La falda la tenía puesta bajo mis pantalones y al comenzar el tema ‘Amárrame a Tu Cama’ me los quité y quede en falda. Ninguno de los de la banda sabían que lo haría y mucho menos el público. Recuerdo la cara de sorpresa del público… Si me tocara hacerlo otra vez, lo haría, aunque quizás con una falda un poco más larga…
RP: ¿Cuál fue la peor mentira que se dijo de La Calle?
RA: Se dijeron muchas cosas. Realmente no sé cuál será la peor de todas. También de mi persona se habló mucho. Sobre todo durante la cresta de ola. Pero uno sabe que cuando se mete en esto del rock y de ser figura pública ese tipo de cosa siempre suceden. En todo caso ahí está la historia para demostrar lo que era verdad y lo que fueron mentiras. Por mi parte siempre supe que tanto mis amigos más cercanos, mi familia y mi actual esposa siempre confiaron en mí y supieron quién era yo en todo momento. Eso es lo importante.
Fotografía de Gloria Dostal (1994)

RP: 1997. En plena efervescencia el grupo se separa. Si nos sirve la analogía, fue como un coitus interruptus ¿Por qué se separa la banda?

RA: Realmente la banda no se separa formalmente. Cuando nos reunimos en ese momento lo que dijimos fue que entraríamos en una pausa, la cual jamás pensamos que duraría hasta ahora. Influyeron varios factores. De tipo personal en cada uno de nosotros por como la vida nos fue sucediendo. Pero nunca fue por diferencias insalvables ni mucho menos, de hecho hasta el día de hoy somos amigos, y en aquellos momentos seguimos compartiendo en fiestas, reuniones, etc. Lo que si fue un factor importante es que la escena rockera fue duramente asediada en 1996 en Caracas. Por mencionar algunos sucesos que nos tocaron de cerca, la mayoría de los locales emblemáticos, Doors, Rockatanga, y otros, donde tocaban las bandas, fueron allanados. El programa de radio que teníamos Miguel, Ángel y yo, donde sonaban muchas de las bandas de la escena también salió del aire. Así también patrocinantes de conciertos y festivales tomaron distancia de la escena. Tanto fue así que fueron los músicos los que tomaron la iniciativa de crear nuevos espacios, Los Miércoles Insólitos de la mano de Cayayo fue un ejemplo de esto.  A esto hay que sumarle la profunda crisis en la que entró Venezuela en esos años. El hecho es que como toda escena que va cambiando es la punta de lanza la que primero recibe el golpe. Pero no es la primera vez que un grupo de rock le sucede algo así, y tampoco fue solamente a La Calle. Por cierto que en los ochentas pasó lo mismo con la escena rockera. Yo lo viví como público. No sabía yo que me tocaría diez años después pasar por lo mismo, esta vez en carne propia. En cuanto a La Calle, la vida y el destino se ocuparon del resto. Hoy en día cada uno de nosotros vive en países diferentes.
RP: ¿Has pensado en reeditar A.T.C. -aunque sea en formato digital- con algún jugoso añadido (demos de las canciones Mil Años o Desconectado)?
RA: Existen demos y grabaciones de ensayos y conciertos que se han ido recopilando. Algunos inclusos de los primeros temas de La Calle que a medida que la gente los ha pedido han salido a la luz. También existe una versión remasterizada del A.T.C. completo. Esta tarea la llevaron a cabo Pingüino y Ángel hace unos años con la idea de re-editar el disco. Ese proyecto todavía está en pie, quizás salga al público para celebrar los 20 años del A.T.C.
RP: ¿Cuál consideras es el gran himno rock de Venezuela?
RA: Es una pregunta muy complicada de responder. Existen temas excelentes  y memorables en la historia del rock Venezolano a lo largo del tiempo y en cada época. Pecaría de injusto al nombrar sólo un tema. Pero tampoco voy a pecar de falsa modestia, así que prefiero nombrar un tema de La Calle para la consideración de esa lista si es que alguien, alguna vez se atreviese a elaborarla: el tema ‘Las Cuevas’, de La Calle.
RP: ¿De cuál tema clásico, de la época o estilo que sea, te hubiera gustado ser compositor?
RA: ¡Hay tantos! Imposible decir uno solo. Prefiero concentrarme en los míos y pedirle a Dios y a las musas que siempre me mantengan inspirado y con el talento necesario para plasmarlos y compartirlos con aquellos interesados. Para mí eso es suficiente.
RP: ¿La escena rock en Venezuela está en fase terminal, con tantos músicos saliendo del país buscándose el porvenir en el extranjero?
RA: Para mi es difícil decirlo, ya que yo mismo formo parte de ese éxodo y no estoy en el país para vivirlo. Pero soy optimista en cuanto a ese tema, y pienso que más bien ese éxodo lo que ha hecho es expandir el alcance del rock venezolano más allá de las fronteras del país. Hay decenas de bandas en Venezuela que tomarán la vanguardia como ha sucedido en cada uno de los ciclos de la historia del Rock Venezolano. Hay decenas y de excelente calidad. A ellos les digo que trabajen duro y que no se dejen frustrar por las situaciones que los rodean, porque las crisis y los momentos difíciles pasan y la música y las canciones quedan.
RP: Si la mente no nos falla desde el 97 no subes a cantar a un escenario ¿Sigues haciendo música actualmente? ¿Algún proyecto en mente?
RA: Así es. Fue en el final de Festival de Nuevas Bandas de 1997 junto a destacados músicos. Se le llamó el 4×5 y fue con una versión del tema de Sentimiento Muerto ‘ A la Hora Justa’ del cual por cierto, existe un sonido en las redes. En el 2012 regresé a la escena pública, después de casi 15 años, gracias a la influencia de amigos, familiares y personas que nunca dejaron de tener a La Calle entre sus favoritos. En el 2013, Victor Hugo Mendoza, realizó una excelente versión del tema ‘Las Cuevas’ de La Calle, como tributo, en el cual participé en la voz junto a Ángel Guanchez en el bajo. Esto marcó mi retorno como cantante. Pero por ahí se viene algo nuevo. Esto lo dejo aquí para ustedes como primicia. Posiblemente pueda ser escuchado en unos meses. Más detalles se darán cuando este más cocinado el asunto. En todo caso lo que puedo decir es que Si Estoy Vivo.
               Fotografía de Andrés Manner

RP: Para terminar ¿A cuál músico fallecido harías regresar a la vida (en plenitud de facultades)?

RA: Definitivamente tendría que ser Cayayo Troconis. Sin ninguna duda. Además de recuperar a un extraordinario músico, artista y creador, podría así de nuevo compartir después de tantos años con un viejo y querido buen amigo.

Para terminar quiero agradecer a ‘Ecos del Vinilo’ por esta entrevista y a todos aquellos que han mantenido vivo el legado de La Calle a lo largo de estos años.
Muchas gracias a ti, Ziggy. Con los riffs y versos de La Calle seguimos estando bien (no hay nada que perder).

Copyright © 2014 Ecos del Vinilo.

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