Jimi Hendrix: Desde el origen

Hendrix: «Mi primer instrumento fue una armónica»




[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

¿Una «autobiografía» de Jimi Hendrix? De alguna manera lo es (son sus palabras extraídas de entrevistas y conversaciones), y salvo las inevitables licencias que se suelen plasmar en este tipo de obras basadas en recopilar, podemos decir que es una lectura entretenida y que nos muestra a ese Hendrix íntimo, sensible y frágil, tan alejado de la imagen del piromaníaco genial del Monterrey Pop Festival. Starting At Zero: Jimi Hendrix’s Own Story (Gravity Limited / Editorial Sexto Piso) no contó con ningún tipo de aporte, apoyo o autorización del clan Hendrix, lo cual quizás se haya traducido en algo positivo. No es un secreto la misión familiar de sacralizar (y convertir en monedas) cada acto, acorde o tostada mordida por Jimi. Les dejamos un pequeño extracto del libro.



«El primer guitarrista en el que me fijé fue Muddy Waters. Escuché uno de sus discos cuando era un niño, y me asusté mucho al oír todos esos sonidos. ¡Guau! ¿Qué era eso? Era increíble. Me gustaba Muddy Waters cuando sólo tenía dos guitarras, una armónica y un bombo. Lo que me gustaba eran cosas como «rollin’ And Tumblin’» –ese sonido de guitarra real y primitivo. Mi padre bailaba y tocaba las cucharas.


Mi primer instrumento fue una armónica que me regalaron cuando tenía aproximadamente cuatro años, creo. Después fue un violín. Siempre me gustaron los instrumentos de cuerda y los pianos, pero quería algo que pudiera llevarme a casa o a cualquier lugar, y no podía llevarme un piano a casa.
Después empezaron a gustarme las guitarras. En todas las casas a las que iba parecía haber una en alguna parte. una noche un amigo de mi padre estaba borracho y me vendió su guitarra por cinco dólares.
No sabía que tendría que cambiar las cuerdas de orden porque era zurdo, pero me pareció que pasaba algo raro. recuerdo que pensé para mí: «Aquí hay algo que no funciona».
Cambié las cuerdas de orden, pero cuando terminé, estaba muy desafinada. No tenía ni idea de afinar, así que bajé a la tienda y pasé los dedos por las cuerdas de una guitarra que tenían allí. Después fui capaz de afinar la mía.
Tenía más o menos catorce o quince años cuando empecé a tocar la guitarra. Tocaba en el patio trasero de mi casa, y los chavales solían acercarse y decir que molaba. Después, me cansé de la guitarra y la dejé de lado. Pero cuando escuché a Chuck Berry, mi interés renació.
Aprendí todos los riffs que pude. Nunca fui a clases. Aprendí guitarra con los discos y la radio.

Tío, me encantaba la música que hacía. Salía al porche trasero, allí, en Seattle, porque no quería estar en casa todo el tiempo, y tocaba la guitarra con un disco de Muddy Waters. Mira, no me interesaba nada más, sólo la música. Trataba de tocar como Chuck Berry y Muddy Waters.
Trataba de aprenderlo todo, lo que fuera…»


Fuente: Starting At Zero: Jimi Hendrix’s Own Story (Gravity Limited / Editorial Sexto Piso)

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