Hotter than Ace

«Las sesiones de Hotter Than Hell carecían de espontaneidad y emoción»



[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

Un personaje entre alegre, virtuoso, hedonista y autodestructivo. Nos referimos al Spaceman original, Ace Frehley. Aunque les pese a Paul Stanley y Gene Simmons, es realmente Ace el integrante de Kiss que más ha influído en otros guitarristas y músicos en general. Siendo un solista dotado y lírico, así como buen compositor, Frehley lo ha tenido todo para triunfar, pero ese afán destructivo y desbocado que le ha caracterizado desde los inicios de Kiss le ha apartado del camino de la comodidad. Para conocerle un poco más hemos querido acercarnos a las líneas de su libro No Regrets, The Autobiography (Gallery Books, MTV Books), escrito junto a Joe Layden y John Ostrosky, donde nos regresa a los días de la gestación del álbum Hotter Than Hell.


«En Agosto de 1974 hicimos una pausa en medio de una gira y nos trasladamos a Los Angeles para trabajar en el segundo disco de KISS, Hotter Than Hell. Al igual que con el primer disco, fue una experiencia intensa: tres semanas diez horas al día en el Village Recorders, de nuevo con Richie Wise y Kenny Kerner produciéndolo. Todos estábamos cansados y empezando a sentir algo de presión de Casablanca, ya que el primer disco no había sido exactamente un gran éxito. Sí, vendió unas 75.000 copias, pero eso no era suficiente para cubrir los gastos de la banda.
Esperábamos hacerlo mejor con Hotter Than Hell, pero todo estaba sucediendo tan rápido que se estaba haciendo difícil saber cuándo estábamos en el buen camino.
Usando canciones sobrantes de la demo y material que habíamos compuesto durante la gira, hicimos el disco como alma que lleva el diablo. Mis contribuciones fueron mucho más importantes que en el primer disco. Co-escribí “Comin’ Home” con Paul, y también compuse “Parasite” y “Strange Ways”, una canción que sigue siendo de mis favoritas, aunque KISS nunca la tocara en directo. Ojalá hubiera tenido las pelotas para cantar “Strange Ways” en ese disco. Es una canción emocionalmente exigente, heavy y rítmica, con un solo de guitarra genial en la mitad. Era mía y debería haberla reclamado como tal para el disco. Pero no tenía ninguna seguridad en mi capacidad vocal, sobre todo alrededor de Paul, Gene y Peter, que florecían siendo el centro de atención y tenían una forma de abrirse camino a través de una canción – cualquier canción – a pesar de cualquier limitación vocal. Los grandes cantantes tienen talento, claro, pero también tienen pasión.
Y por lo general también son arrogantes. No puedes ponerte en pie y cantar si no crees en ti mismo. Yo sabía que era un buen guitarrista. Pero no tenía ni idea de si sabía cantar en absoluto. Así que durante mucho tiempo ni siquiera lo intenté. “Parasite” se la ofrecí a Gene, porque parecía encajarle y le gustaba. Aunque en lugar de darle “Strange Ways” a Paul o Gene, se la ofrecí a Peter. Como batería, era el miembro menos visible de KISS (¡a pesar del elevador de la batería!), así que su ego estaba continuamente magullado. Pensé que tener una canción en la que cantar en el disco le haría sentirse menos amenazado. Además, me gustaba la voz de Peter y me parecía adecuada para la canción.
Aunque básicamente grabamos el disco en directo, las sesiones de Hotter Than Hell carecían de la espontaneidad y emoción que habíamos experimentado mientras hacíamos KISS. No es sorprendente. No hay nada como el primer disco, cuando todo es nuevo y excitante. Hacer Hotter Than Hell fue más como un trabajo… una responsabilidad. No ayudaba el que fuéramos peces fuera del agua: cuatro Neoyorkinos en L.A., secuestrados en la Costa Oeste durante casi un mes.
Llevábamos de gira ya meses y no queríamos otra cosa que volver a casa. Pero Neil nos quería más cerca de las oficinas de Casablanca para no perder de vista las cosas.
En mi caso el tiro le salió por la culata. Ahora echo la vista atrás y puedo decir que mi consumo de alcohol empezó a aumentar mientras hacíamos Hotter Than Hell, en parte como respuesta a la presión, y en parte porque no quería estar en L.A. Eso son sólo excusas y las expongo no porque busque compasión, sino simplemente como un punto de aclaración. La bebida era mi apoyo. Lo había sido desde que era un adolescente, y continuó siéndolo durante todo el tiempo que estuve en KISS, solo que con consecuencias más profundas.
La noche antes de que supuestamente hiciéramos una sesión fotográfica para Hotter Than Hell, me vi implicado en uno de mis primeros accidentes de automóvil graves. Ahora, tengo fama de ser uno de los peores conductores del mundo, pero eso no es del todo cierto. De hecho, soy un conductor bastante bueno, es solo que soy un conductor realmente malo cuando estoy borracho. He destrozado muchos coches durante los años, pero nunca he tenido nada más que un simple toque mientras he estado sobrio. El problema es que, desde aproximadamente mediados de los 70 hasta mitad de los años 2000, siempre que me ponía al volante de un coche, las posibilidades eran bastante altas de que hubiera estado bebiendo.
Esta fue una de esas veces.
Estábamos alojados en el Ramada Inn en Sunset Boulevard, básicamente pasando el rato y yendo de fiesta siempre que no estábamos en el estudio. Con los años he intentado recordar exactamente por qué salí del hotel esa noche en particular y me senté en mi Chevy alquilado. Pero ese es el problema de ser un bebedor durante cuarenta años: que se cobra su precio con tu memoria, dejando algunos recuerdos notablemente intensos, y otros llenos de agujeros. Sé que estaba cabreado por algo (probablemente algo estúpido) porque recuerdo sentirme furioso mientras conducía por Hollywood Hills, acelerando por las curvas como si fuera un piloto de Fórmula Uno.
Encontré esta calle en particular de las colinas exigente, así que como un idiota seguía girando por estos recodos y curvas una y otra vez, intentando hacerlas cada vez más rápido. ¡Debí pasar por ahí al menos cinco o seis veces! Lo siguiente que supe, el coche estaba haciendo trompos fuera de control mientras se acercaba rápidamente un poste de teléfonos, a punto de impactar con el parabrisas. El coche giró de lado en el último instante, lo justo para evitar una colisión frontal, pero el impacto aún así fue lo bastante grave para catapultarme hacia el parabrisas.
Mientras desaparecía el polvo en el arcén de la carretera, empecé a reírme, algo lógico producto de estar borracho y sentirme aliviado de estar vivo. Al principio estaba bastante seguro de que no me había herido en absoluto – hasta que sentí algo cálido que me corría por la cara. Me llevé la mano a la mejilla y me limpié la sangre, pero seguía sangrando. Eché un vistazo al espejo retrovisor, y me di cuenta de que estaba hecho añicos, probablemente después de haberlo embestido con la cabeza.
Se suponía que al día siguiente tendría que maquillarme para una sesión de fotos para complementar el nuevo disco. ¡Hice lo que me indicaron y aparecí con el maquillaje solamente en la mitad de la cara, motivo por el que en todas las fotos de esa sesión solo me sacan de perfil!
Mientras hacíamos las fotografías, los otros miembros de la banda expresaban su preocupación de forma alternativa y movían la cabeza de un lado a otro con incredulidad, como diciendo, ‘Maldito Ace. ¿Qué será lo próximo?’ ”

Fuente: “No Regrets” The Autobiography / Copyright © 2011 Ace Frehley.
Traducción: kissarmyspain.com
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