Fizzy Soup: Una promesa cumplida

Wood Room
[Independiente]
  ★ 

[Ricardo Portmán] @ecosdelvinilo

Una promesa cumplida es el preámbulo ideal para lo trascendental. Hace poco tiempo Twistin’ Around, el primer single de Fizzy Soup, llegaba casi de puntillas, como un dardo que se clava una sola vez y que te deja enganchado a sus sonidos. El tema enamoró a muchos y dejó sobre la mesa una promesa: Wood Room. El primer disco de Fizzy Soup, grabado gracias a una creativa e intensa campaña de crowdfunding, es básicamente una obra de arte con reminiscencias a las recetas de antaño. Cada ingrediente, cada trazo, todos y cada uno de sus componentes han sido perfilados con tino, contención y a la vez una total libertad creativa. La banda la conforman Sonia García (voz, metalófono, pandereta), Javier Corroto (guitarra, órgano, rhodes, percusión, voz), Manuel Miguel (saxofón alto carimba) y Fausto Furioso (sintetizadores, cajas de ritmos, samples, percusión). La producción estuvo a cargo de Iñaki Martínez y se grabó en los Organic Audio Studios. 

Cada canción es una polaroid encantadora. Space Trip abre los fuegos con su base rítmica pegadiza y unas viscerales líneas de saxo y guitarras blueseras (fabuloso el guiño al Spoonful de Howlin’ Wolf).   El sencillo promocional Twistin’ Around es redondo y perfecto en su concepción (mención especial al saxo y los teclados cargados de reverb).  Ate The Sun tiene a Javier a la voz solista (grata sorpresa su registro vocal) con Sonia haciendo las armonías; es un tema melancólico y a la vez delicioso. Whispers And Hot Coffee tiene una base de teclados vintage y un recurrente  contrapunto de saxo que nos hace mirar hacia atrás con esos ecos al Traffic post 1970. Mamma Tells Me sube las pulsaciones con un sobresaliente dueto vocal Sonia-Javier y esos sólidos cimientos de guitarras acústicas, para desembocar en un funk cargado de buen wha wha y saxo alto al por mayor. Hold And Blow nos acaricia con las sentidas inflexiones vocales de Sonia y un hammond gospeliano glorioso -nunca mejor dicho-. Para el cierre se dejaron un enorme blues experimental titulado Electric Wood O.S.T. que se inicia con la afinación de la guitarra (enormes los punteos y slides a la acústica) y tiene su continuidad en los destellos cristalinos de la percusión. Instrumentales como éste son los que diferencian a los grandes de entre la muchedumbre.


Wood Room es un disco que sobrepasa los límites de su propia naturaleza y se presta para cuestionarnos sobre cuanto talento esta ahí en las calles, esquinas y hasta en las oficinas, esperando por oportunidades para expresarse. Los Fizzy Soup tienen los mimbres para dejarnos con la boca abierta. Son cuatro señores artistas, surgidos de Cuenca pero con el alma en Nueva Orleans. Sentarse ante un buen altavoz y escucharles con generosidad.

Link al disco: fizzysoup.bandcamp.com

Más info: fizzysoup.es

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